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Cómo influye el estrés en nuestra alimentación

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El estrés y la alimentación

El estrés es uno de los problemas de salud más modernos y peligrosos. Nuestro cuerpo está preparado, desde nuestras épocas más instintivas, para soportar ciertos niveles de él. Sin embargo, los cambios en los ritmos vitales que hemos experimentado acumulativamente en las últimas décadas nos exponen a unas sobrecargas que pueden tener efectos letales para nuestro sistema nervioso. 

El trabajo, las preocupaciones asociadas a la vida social o las prisas son circunstancias que, sin duda, elevan nuestros niveles de ansiedad. Como comer es una de las acciones y funciones fundamentales de nuestro día a día, es normal que exista una relación entre la nutrición y este nerviosismo tan habitual. 

Si tu vida resulta estresante, lo propio es que tus comidas también lo sean. No podrás dedicarles los tiempos, las cantidades o los productos oportunos. Y, lógicamente, estas carencias tendrán consecuencias negativas en tu organismo. 

Por consiguiente, a continuación vamos a estudiar cómo podemos organizar mejor nuestras comidas y nuestra vida para que el aumento de la tensión no suponga un lastre imposible de superar a la hora de conseguir la felicidad. 

Consejos de alimentación para combatir el estrés

Si los niveles de ansiedad que puede resistir nuestro cuerpo son excedidos, aparecerán síntomas enfermizos. Nos referimos a síntomas como la fatiga, el insomnio y la irritabilidad, que podrán ser notados por quienes te rodean. Asimismo, hay otra sintomatología que va por dentro y explica la que se ve por fuera. Se trata del incremento de la tensión, de la mala circulación sanguínea, del dolor de cabeza o de la obesidad. 

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El último de estos síntomas ya tiene que ver con la alimentación. Recuerda que su conexión con las situaciones de estrés es muy estrecha. De hecho, ambas variables pueden quedar unidas en una especie de círculo vicioso del que te puede costar salir. 

En primer lugar, te informamos de que existen dos actitudes fundamentales respecto a la comida que vienen asociadas al estrés. Por una parte, el aumento de la ansiedad puede impulsarte, como una especie de compensación por los problemas que padeces, a comer desmedidamente, tanto a deshora como en cantidades desproporcionadas.

Por otro lado, otras personas que sufren estas tensiones experimentan el efecto contrario. Es lo que conocemos popularmente como que se te cierre el estómago. En este sentido, fuerzan su ayuno y no comen lo que deberían.

Como puedes imaginar, ninguna de estas opciones es deseable. La primera de ellas te ocasionará todas las nefastas consecuencias asociadas al sobrepeso. Y, por su parte, la segunda mermará las defensas de tu sistema inmunológico. Ten en cuenta que, si no tomas de una manera compensada todos los micro y macronutrientes necesarios, tu salud se resentirá.

Asimismo, no olvides incluir en tu plan para evitar la ansiedad sobrevenida la realización de ejercicio físico moderado. Por ejemplo, treinta minutos de ejercicios aeróbicos al día. No en vano, se trata de una de las tácticas más útiles para evitar los malos hábitos alimenticios que te causan los nervios. Acuérdate de que puedes sustituir esas ganas de comer de más por hacer deporte u otras actividades que te beneficien, como quedar con amigos o relajarte viendo una película. 

Aprende a identificar cuándo te sientes estresado y evita tener a mano esos alimentos grasientos o azucarados tan nocivos para la salud a los que se suele recurrir en estos contextos. También puedes sustituirlos por frutas y otros que no perjudiquen tu organismo. Si no consigues controlar los pensamientos que te llevan a comer por impulsos o ayunar, recuerda que puedes recurrir a las ayudas conjuntas de los psicólogos y nutricionistas


El pulpo y otros alimentos que aliviarán tus tensiones

ingredientes dieta mediterránea

Teniendo en cuenta las recomendaciones que te hemos dado, puedes adaptar tu dieta a la eliminación de este nerviosismo tan perjudicial. 

Lo primero que tienes que hacer es evitar los productos que te introducen en el círculo vicioso antes señalado, como los que llevan grasas trans, las bebidas azucaradas y la bollería industrial. Pero también puedes añadir los que te van a aportar fuentes de energía más saludables. Presta atención a estos consejos. 

Los frutos secos incrementan las proporciones de serotonina, que es la hormona de la felicidad, lo que también lograrás mediante el consumo de legumbres y productos lácteos. Asimismo, puedes reducir los niveles de la hormona cortisol, que es la asociada a la ansiedad, cuando tomes aguacate. Contiene, igual que los frutos secos, un mineral muy beneficioso para tu organismo: el zinc. Otro de los alimentos con alto contenido de zinc es el pulpo.

Por otro lado, no olvides que los cítricos te aportan la vitamina C, fundamental para un alto rendimiento. El magnesio que llevan las espinacas contribuirá también a que no te sientas fatigado. Recuerda que las proteínas de calidad (presentes en el pescado y otros alimentos marinos como el pulpo, las carnes magras y el huevo) albergan el aminoácido triptófano, que sirve para disminuir los nervios.

Además el pulpo es sabroso y su aportación en calorías resulta baja.  En definitiva, sigue estas recomendaciones y evita el estrés cuidando tu alimentación

Evita los productos que te introducen en el círculo vicioso antes señalado, como los que llevan grasas trans, las bebidas azucaradas y la bollería industrial

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