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madre pulpo con sus huevos

El pulpo es un animal sorprendente en diferentes aspectos. No solo posee el cerebro más grande entre los invertebrados, sino que también se reproduce de una forma que te va a parecer curiosa. Estos cefalópodos ya son de por sí bastante interesantes. Su aspecto, forma de moverse y capacidad de adaptación casi parecen de otro mundo. A continuación te contamos cómo es su ciclo reproductivo.

¿Cómo se reproducen los pulpos?

Los pulpos alcanzan la madurez reproductiva entre los dos meses o dos años de nacer. Esto varía en función de cada especie, al igual que las formas de cortejo. Además, las hembras y los machos no se diferencian físicamente hasta poco antes del momento de aparearse, cuando alcanzan la edad adulta. En esta etapa de vida se muestra un dimorfismo sexual en el que la hembra es más grande que el macho en casi todas las especies.

Los aparatos reproductores de los pulpos se diferencian bastante. Los machos cuentan con un tercer tentáculo, llamado ‘hectocótilo’, adaptado para almacenar los espermatóforos e introducirse en la hembra en el momento de la cópula. Esta, por su lado, cuenta con una cloaca, al igual que aves y reptiles, en la cual se encuentra un saco con huevos.

Una vez llegada la cópula, el macho introduce su hectocótilo en la cloaca y fertiliza los huevos. Pero el apareamiento no termina aquí, ya que tiene una vertiente bastante oscura. Y es que, al superar las hembras en tamaño a los machos, es frecuente que estas los devoren al final de la cópula. Para evitar esto, los machos de diferentes especies se las ingenian como pueden para sobrevivir. Unos sencillamente huyen y otros sacrifican el hectocótilo para salir con vida. Sorprendente, ¿verdad?

¿Cómo es el proceso de incubación?

Cabe destacar que las hembras actúan de forma promiscua, es decir, copulan con diferentes machos para que la mayor parte de los huevos queden fertilizados. Una vez terminada la cópula, la hembra se retira a un lugar tranquilo en el que cuidar de ellos.

El tiempo de incubación cambia drásticamente en función de las especies y las condiciones del propio océano. Algunas, las más cercanas a la superficie del mar, tardan solo cuatro meses en eclosionar sus huevos. Sin embargo, las que se encuentran en las profundidades llegan a tardar 53 meses, o lo que es lo mismo, cuatro años. Si te preguntas el porqué de tanto tiempo, la razón se encuentra en la hostilidad del entorno en el que van a nacer.

El fondo marino es un lugar oscuro, frío y con pocos alimentos, por lo que los pulpos recién nacidos necesitan estar bien preparados para poder sobrevivir. Además, durante el periodo de incubación la hembra no se alimenta, lo que la lleva a morir progresivamente poco después del nacimiento de sus crías.

¿Cuántos huevos ponen y cuántas crías suelen tener?

Una vez más, la cantidad depende de la especie. Las hembras se esfuerzan mucho en el cuidado de sus crías, tanto que colocan uno a uno cada huevo formando una ristra. Suelen elegir grietas en el fondo marino o pequeñas cuevas, ya que van a necesitar calma para la tarea que les espera.

El proceso entero es muy metódico, tanto que las hembras de determinadas especies tienen que colocar entre 40 000 y 200 000 huevos. La razón de unas puestas de este tamaño tiene que ver con la supervivencia de la especie. Como comprenderás, cuantos más huevos, más probabilidades de que un número mayor de pulpos recién nacidos sobrevivan.

Esta es una estrategia que adoptan numerosas especies en el reino animal. Muy célebre es el caso de las tortugas, las cuales ponen decenas o cientos de huevos y solo unas pocas crías se salvan de acabar devoradas antes de llegar al mar.

El caso de los pulpos es similar. Solo dos tercios de todos los que han eclosionado sobreviven y alcanzan la vida adulta. Al nacer, las crías de muchas especies nadan a la superficie para alimentarse de plancton y aumentar de tamaño progresivamente. Esto les sirve para huir de la mayoría de depredadores, aunque siempre corren el peligro de que otro animal les cace.

Por suerte, una vez que alcanzan el tamaño suficiente, a los pocos meses de nacer, los pulpos jóvenes empiezan a cazar pequeñas presas y optan por esconderse en grietas o cuevas para evitar problemas. Además, su inteligencia y capacidad de camuflaje los convierte en unos auténticos supervivientes, muy difíciles de atrapar en la edad adulta.

En definitiva, el pulpo es un animal con un curioso ciclo vital y reproductivo. Sin embargo, pese a las dificultades del mismo, como la muerte de la hembra y del macho en algunos casos, los pulpos siguen poblando los océanos de todo el mundo, tal y como llevan haciendo desde antes de que los dinosaurios pisaran la Tierra.

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